Piden valorar templos jesuitas

Tres edificaciones religiosas en Sinaloa serán propuestas para su restauración.


Los templos jesuitas de Mochicahui, Pueblo Viejo y El Nío, este último considerado uno de los primeros edificados por esta orden en el noroeste de México a finales del siglo XVI, podrían ser incluidos en un circuito de visita, tras su puesta en valor en un mediano plazo y el desarrollo de trabajos de conservación que serían financiados por el Fondo de Apoyo a Comunidades para Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (Foremoba). 

Lo anterior quedó de manifiesto durante la reunión de trabajo sostenida este miércoles entre autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) en Sinaloa, la Diócesis de Culiacán y autoridades municipales con la directora de esta institución de apoyo financiero, Cristina Artigas de Latapí, quien arribó a esa entidad para impartir el curso La importancia de la conservación de los monumentos históricos.

Por su valor histórico, arquitectónico y cultural, las tres edificaciones religiosas mencionadas serán propuestas ante el Foremoba para la obtención de apoyos económicos para su restauración, toda vez que son testimonios del sistema de misiones que se desarrolló en el noroeste en los últimos años del siglo XVI y los albores del XVII, partiendo de Sinaloa y que posteriomente se extendió a Baja California y el suroeste de Estados Unidos.

María de los Ángeles Heredia, titular del Centro INAH Sinaloa planteó dichos inmuebles históricos, así como el Palacio Municipal de El Fuerte, para que sean beneficiados por el fondo. Los vestigios de la iglesia de El Nío, construida 1591 y 1608, y ubicada a pocos kilómetros de Guasave, dan cuenta de la fase inicial de fundación de las misiones en esta parte del país.

“Ahí aún se encuentra una escultura de piedra de San Ignacio de Loyola, de tamaño natural, que según las creencias del pueblo influye en los ciclos de la lluvia en la región”, comentó la arqueóloga Heredia.

Otro ejemplo del legado de los jesuitas, dijo, es la iglesia de Pueblo Viejo, del siglo XVII de la que también sólo quedan restos del sistema constructivo de abobe y ladrillo implantado por los misioneros.

En tanto que el templo jesuita de Mochicahui y el Palacio Municipal, ubicados en el municipio de El Fuerte, forman parte del patrimonio de este lugar declarado Pueblo Mágico.

En la reunión en la que estuvieron presentes representantes de la Comisión Diocesana de Arquitectura y Arte Sacro, y autoridades de los 18 municipios de Sinaloa, la titular del Foremoba, Cristina Artigas de Latapí destacó el valor cultural de los monumentos jesuitas que aún se conservan, y la posibilidad de impulsar un circuito de visita de las misiones en Sinaloa.

Para ello, exhortó a las autoridades locales a formular y plantear ante el Foremoba los proyectos de restauración, mismos que se recibirán hasta el próximo 30 de abril.

A fin de orientar en la conformación de las propuestas, Artigas de Latapí impartió el curso La importancia de la conservación de los monumentos históricos, en el cual detalló la forma de solicitar los apoyos del Fondo, y la elaboración de proyectos de conservación del patrimonio cultural edificado, donde también se plantee su relevancia  como atractivo turístico y con ello impulsar el desarrollo económico.

“El expediente es abierto para integrarlo según los requerimientos establecidos, el cual es examinado por una comisión dictaminadora integrada por profesionistas de excelencia en el campo de la conservación del patrimonio”, concluyó.


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